dilluns, 2 d’abril del 2012

El Fathi: una lengua que danza al ritmo de poesía

Abderrahman El Fathi, como de su nombre se deduce, es un escritor hispánico. ¿Es que la categoría de "hispano"/"hispánico" está reservada a los Migueles o Federicos; o a las Anas o Emilias? ¿Se puede escribir en español, llamándote "Abderrahman"?

La necesidad de justificar el uso lingüístico parece obligado en según qué contextos de creación. Pero, no lo podemos olvidar, la historia (una larga historia) ha hecho de Marruecos un país hispánico. Como España, Argentina, Méjico o Guinea Ecuatorial. Con una situación (lingüística, bien entendu) particular, eso sí.

Pero la poesía, poesía es. Y la danza del idioma, sus rimas, imágenes y tópicos, son adiestrados con delicadeza, suavidad y armonía por la pluma, lápiz o teclado de Abderrahman El Fathi.

Quizás peque de poco objetivo. Pero como esto no deja de ser un lugar para la reflexión, haré gala del máximo de subjetividad que me sea posible (reconocimiento y aprecio que no dejará de lado, por ello, la objetividad que me correspondería mantener a nivel académico).

El Fathi es uno de los grandes poetas de nuestro siglo XXI. "Nuestros", como equivalente de la comunidad hispánica (que nadie me tilde de imperialista), esa comunidad que se extiende por cuatro continentes: América, Europa, África y Asia.

Multitud de registros, temas y visiones componen la obra de El Fathi. Un canto a Andalucía (a la Andalucía que abarcaba casi la totalidad de la Península, próspera intelectual y económicamente), a ese espacio común entre Norte y Sur del Mediterráneo que nos unía a españoles y marroquíes (salvando las distancias históricas y terminológicas). Estos son los poemas de Triana, imágenes y palabras (1998). Un lamento, un grito desesperado y un sincero homenaje a los cuerpos que el mar castiga en a penas quince kilómetros que separan África de un paraíso utópico e inexistente. Este es el tema fundamental de Abordaje (2000) y África en versos mojados (2002). El horror, la guerra y el odio del ser humano son las denuncias que plantea en El cielo herido (2003) y en Primavera en Ramallah y Bagdad (2003). Una miscelánea de vivencias, búsqueda cultural, humor, actualidad, sufrimiento y amor se recopilan en su último poemario: Danzadelaire (2011).

Además, dramaturgo y narrador de cuentos breves componen un conjunto poético (no me refiero a nivel formal, sino a nivel estilístico) digno de elogios.

La calidez de sus versos, la certitud en la búsqueda de la palabra exacta y del sentimiento preciso hace que, sin riesgo a equivocarme (aunque peque de subjetivo) su obra sea un referente poético de la literatura hispánica tanto del norte de África, como de África entera. Pero algo de objetivo tendré al lanzar esta afirmación, pues diversos premios avalan la trayectoria literaria de Abderrahman El Fathi: Premio de Poesía Rafael Alberti (2000) por el poemario Abordaje; Premio Ibn Al Jatib (2010) y Premio La Barraca (2011).

Sus obras han sido publicadas, en su mayoría, en Marruecos. Pero una selección de los poemarios publicados hasta el año 2003 se recoge en Desde la otra orilla (2004): ISBN 978-84-88599-59-9 [enlace librería]. Su último poemario, Danzadelaire (2011), también publicado en España, tiene el ISBN 978-84-615-0845-7 [enlace librería]. Además, una selección de fragmentos está digitalizada en la Biblioteca Africana, portal de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes [consultar ficha del autor].

4 comentaris:

Demi Fernández Muñoz ha dit...

Amigo:

Gran poeta, un placer leerlo y un descubrimiento porque siempre he estado bastante desconectado con esta rama de poesía en español. Sin embargo, años ha, porque parece que no pero ya puedo decir esta expresión leí un poeta que tal vez provenga de una misma manera de hacer poesía. Aun así, la capacidad metafórica, tal vez por el conocimiento del árabe y la influencia iconoclasta musulmana, (vete tú a saber) es sorprendente y bastante parecida en ambos y, vamos, a mí me dejó, y el Fathi me ha dejado, con la boca abierta con versos como "si me ofreces tus olas / te brindaré mi tierra" de África en versos mojados o todos los de "Tu frialdad no me ahoga" de El cielo herido. El poeta que te digo es Ibn az-Zaqqaq y tiene perlitas o "jarchitas" (en el sentido más coétaneo suyo: es del s.XI) como ésta:

Me escancia con su diestra y con sus labios.
A un lado y a otro la embiaguez me lleva.
A fuerza de apurar cáliz y boca,
ya no sé, dulce amor, cuál es el vino.

P.D: A més és valencià xeeee, del poble. Enhorabuena por tu labor en la biblioteca africana. Ya hablamos. Un abrazo.

Anònim ha dit...

Me alegro de que te haya gustado, Demi. Es una pena que un magnífico poeta como El Fathi no se conozca como se debería. Y hay tantos escritores en Marruecos que nos resultan tan lejanos, a pesar de compartir idioma, una historia y un marco mediterráneo común...

Otra de las cosas que siempre me ha llamado la atención es que no se presta atención a nuestra literatura árabe/aljamiada en nuestros estudios. Como si nuestra literatura/cultura comenzara con las Glosas Emilianenses (o con los Cartularios de Valpuesta). Como si no hubiera nada más. Si España ha sido "árabe" más tiempo que "castellana"!

P.S.: A mí siempre me ha fascinado el "Poema de Yuçuf" :) No és del poble... però li'l perdonem! hehe

Unknown ha dit...

Felicidades por tu entrada :-) Además de encantarme, no puedo estar más de acuerdo contigo. En mi opinión, ya quisiera todo escritor tener semejante crítica en donde la crítica literaria (valga la redundancia) como tal y en su justa medida deja lugar a la expresión de una sensibilidad humana que, aunque ciertamente subjetiva, no deja de responder a la inclinación natural del sentimiento poético...

Anònim ha dit...

Encantado de volver a verte por aquí, Elisabeth! La verdad es que se nos exige ser objetivos a tiempo completo. Se intenta, pero con obras tan humanas como las de El Fathi es complicado desprenderte de la carga emocional.

¿Cómo hacer una crítica objetiva de "Primavera en Ramallah y Bagdad" si, al acabar de leer el poemario, estuve una hora llorando?

En el fondo, los que trabajamos literatura, no estamos tampoco libres de las emociones que nos produce una gran obra y un gran escritor... :)