dijous, 14 d’octubre del 2010

Ni de Adán ni de Eva

El estilo de Amélie Nothomb hace difícil su clasificación dentro de una corriente literaria ya que parece tener una escritura propia, difícilmente imitable, que sin embargo ha sido catalogada por los críticos como “Nouveau Nouveau Roman”. Esta inclusión podría ser acertada en cuanto a que da un paso más en los aspectos formales defendidos por sus antecesores, como el recién fallecido Alain Robbe-Grillet.

La novela Ni d'Ève ni d'Adam de Amélie Nothomb se sitúa en el Japón de su novela Stupeur et tremblements. La única diferencia es que esta vez Amélie Nothomb se atreve a hablarnos, a través de su protagonista, de su relación sentimental con un joven nipón.

De esta novela, publicada en castellano en febrero de 2009, me quedo con un fragmento que me ha parecido digno de análisis:
On ne dira jamais assez combien je me suis dévouée pour la littérature française.
La importancia de esta escritora francófona supera la de muchos de sus contemporáneos hexagonales. Además, una de las aportaciones más importantes que la escritora hace a la literatura en lengua francesa, como belga francófona que es, es la de incluir rasgos característicos de su lengua, plasmándolos con total naturalidad en sus novelas. Leer a Amélie es leer literatura francófona en una lengua francesa que supera las restricciones propias de la “lengua parisina”, cerrada a las aportaciones “extra-hexagonales”, empobrecida por ello y que limitan el conocimiento de una cultura más extensa que supera los límites de Francia y de Europa.

No obstante, uno de los problemas de Amélie Nothomb, y de su novela Ni d’Ève ni d’Adam, es la traducción. Su peculiar escritura hace imposible el acercamiento del lector a sus textos en otra lengua que no sea la original, ya que en el caso contrario, la fuerza de las palabras se desvanece en medio de la historia narrada. Recojo así el último fragmento de una crítica que escribí sobre una traducción de esta novela, ambas cosas hechas por mí, para una asignatura de traducción francés-español en la Universidad de Montreal:
Enfrentarse a una traducción literaria no es fácil. Y mucho menos cuando se trata de los textos de Amélie Nothomb. La peculiar técnica de la ya consagrada escritora belga-francófona es un inconveniente y un reto que permite comprobar hasta dónde pueden ser moldeables tanto la lengua francesa como la castellana. La cultura francesa se mezcla con la nipona, una sintaxis bien compleja se mezcla con expresiones coloquiales, todo ello para poner a prueba a todo aquel que ose “manipular” su texto: Amélie Nothomb ha sido capaz de demostrarnos, una vez más, que una traducción no es más que una adaptación de un texto a otra lengua; que la traducción propuesta no es más que otra obra literaria basada en su Ni d’Ève ni d’Adam.

4 comentaris:

Cemva ha dit...

Con la escritura en primera persona ya presente en "Estupor y temblores", Amelie Nothomb narra esta historia de dos chicos -japonés él, por supuesto belga ella- que se van descubriendo poco a poco y de dos culturas que se comparan. La oportunidad nace por la voluntad que ambos demuestran para aprender el idioma del otro: Amelie, ha vuelto a su Japón natal, donde ha pasado su infancia, y Rinri, estudiante japonés con el deseo de aprender francés.

Es admirable la delicadeza con la que Nothomb traza este camino: en el nacimiento y crecimiento de este sentimiento, no se satisface la curiosidad voyeur, dejando las líneas y el espacio para un verdadero culto de lo "diferente de sí mismo", del interés sincero por lo diferente, en una relación que se consolida sin sentimiento de inferioridad o superioridad.

Un verdadero viaje hacia el descubrimiento del otro, una abertura y un deseo de comprensión conmovedor. No faltan las páginas divertidas (los malentendidos entre los dos son hilarantes), o momentos de poesía absoluta, hacia el descubrimiento por parte de Amelie de la naturaleza japonesa y de santuarios naturales como el Monte Fuji.

Es un libro que captura completamente la atención del lector y lo acompaña en un mundo denso de sentimientos, adventuras y reflexiones.

Anònim ha dit...

Me encanta la descripción que has hecho sobre esta novela, Ceci. Es tal cual dices.

Bueno, en realidad toda la obra de Amélie Nothomb está cargada de sonoridad, de poesía en prosa, de sensaciones y de reflexiones. Tiene una sintaxis muy proustiana (en el buen sentido).

Para mí fue todo un descubrimiento, sobre todo las obras con un componente autobiográfico (o autoficcional) más evidente.

Además, su obra es un puente precioso entre la cultura europea y la oriental. Y más en la actualidad, que estamos obligados a la convivencia intercultural...

Si quieres una recomendación para pensar tras cada línea que lees: "Metafísica de los tubos".

Cemva ha dit...

Es verdad, es un autora a la que no conocía hasta que me la presentaste tú.
¿Qué obra de Amelie Nothomb me recomiendas, después de haber leído Estupor y temblore y Ni de Eva ni de Adam? ¿Por qué?

Anònim ha dit...

"Metafisica dei tubi" (Voland, 2002 - Guanda, 2004)

¿Motivos? Un libro extremadamente reflexivo y filosófico. Quizás más complejo formalmente que las dos novelas que ya has leído. Con las dosis de humor muy bien medidas. Es una reflexión que propone, a una persona adulta, una niña que va de ls 0 a los 3 años...

Te encantará :-)